El rostro es nuestra carta de presentación. Lo primero que todos observan de una persona. Al optar por tratamientos estéticos que nos ayuden a cuidarlo y mantener la piel sana, estamos mejorando nuestra imagen y también la forma como nos sentimos con nosotros mismos al mirarnos al espejo. La buena higiene resulta un excelente aliado para lograr este propósito. Si estás interesado, continúa leyendo, te explicamos cómo se hace una buena limpieza facial profunda.
Tabla de contenido
Toggle¿Qué es la limpieza facial profunda?
Una limpieza facial profunda es un tratamiento estético que combina varios pasos para lograr una piel más limpia, hidratada y fresca. Su objetivo es eliminar el exceso de grasa y retirar las células muertas del rostro de forma profunda.
Las técnicas que suelen incluir son limpieza profunda, exfoliaciones suaves, aplicación de mascarillas, masajes refrescantes, vaporización y aplicación de lociones o cremas.
Importancia de una rutina de limpieza facial profunda
Realizarse una limpieza facial profunda es una manera efectiva de eliminar las impurezas y las células muertas de la piel del rostro que son consecuencia del efecto de agentes externos como la contaminación, los productos de belleza o el sudor que obstruyen la piel. Asimismo, deja tu cara limpia y revitalizada.
Este tipo de tratamiento estético ayuda a limpiar los poros, y de esta manera puede evitar que se produzca el acné.
Tener una piel limpia y sana también permite que los tratamientos de belleza, como lociones, cremas y sérums elaborados por fabricantes de cosmética, aumenten su efectividad; ya que, se absorben mucho mejor.
Pasos para realizar una limpieza facial profunda
Antes de iniciar con una limpieza facial profunda, debes estar seguro de tu tipo de piel y que eres un candidato adecuado para este tipo de tratamiento.
Preparación de la piel
Para preparar la piel antes de una limpieza profunda es necesario hacer una limpieza superficial de la piel. Utilizando un algodón con desmaquillador y realizando movimientos suaves, se eliminan los restos de maquillaje, cremas y grasa que puedan estar obstruyendo los poros, y que impidan que los siguientes pasos sean efectivos.
Limpieza y exfoliación
Para continuar con la limpieza del rostro, en el siguiente paso se utiliza un limpiador adecuado para el tipo de piel. Se esparce el producto por todo el rostro y cuello, con las manos húmedas y con movimientos suaves. Al finalizar, se retira con una esponja húmeda descartable.
Luego se realiza una exfoliación para eliminar las células muertas del rostro. Dependiendo de las necesidades, un profesional puede optar por un exfoliante mecánico, que es un producto de textura arenosa con granos finos; o un exfoliante químico, que contiene enzimas y ácidos que actúan directamente sobre la piel. En casa, puedes usar jabón exfoliante o productos caseros.
Vaporización y extracción
Lo siguiente es utilizar vapor para abrir los poros, de modo que las impurezas acumuladas se puedan eliminar con mayor facilidad.
La vaporización prepara la piel para iniciar la extracción de los puntos negros y puntos blancos del rostro. El profesional evitará el acné activo, puesto que puede dejar cicatrices.
Aplicación de mascarillas y tratamientos específicos
Los masajes y la aplicación de mascarillas son la forma perfecta para mimar tu piel y rejuvenecerla. Los masajes son relajantes, y se utilizan productos especiales para la piel de cada paciente.
Ya casi para terminar el proceso, sigue una mascarilla personalizada. Puede ser que requieras una buena hidratación, una desintoxicación de la piel y algo más relajante. Las mascarillas se colocan primero en la zona T del rostro con una brocha, y luego desde la clavícula hacia el mentón y las mejillas.
Hidratación y protección solar
En este punto, ya tu piel está purificada y lista para recibir los nutrientes y humectantes para que luzca nutrida, tersa y brillante. Y por último, no puedes salir sin que te coloquen una capa de protector solar para cuidar el rostro de los daños de los rayos UV.
Beneficios de la limpieza facial profunda
- Elimina las impurezas y las células muertas: Las impurezas y células muertas se acumulan en la capa externa de la piel del rostro, pero también se cuelan a través de los poros hacia la dermis, y eliminarlas con una limpieza profunda contribuye a que la piel tenga un aspecto saludable.
- Reduce la aparición de puntos negros y acné: La acumulación de impurezas en la piel del rostro, producto de los efectos de agentes externos como la contaminación, el polvo, maquillaje y el sudor, es la causa principal de la aparición de acné y puntos negros. Una limpieza facial profunda ayuda a desobstruir los poros y a reducir y prevenir el acné.
- Ofrece una piel más hidratada y suave: Las impurezas, puntos negros y células muertas hacen que la piel luzca seca y áspera. Por lo que, cuando esté bien limpia, su apariencia cambia y su textura mejora, volviéndose más tersa y suave.
- Regula el pH de la piel: Tener un pH balanceado es señal de una piel sana. Las impurezas y células muertas que se acumulan en el rostro descontrolan y quitan balance al pH normal de la piel, lo cual puede mejorar cuando se realiza una limpieza facial profunda.
- Mejora la luminosidad del rostro: Los poros obstruidos evitan que la piel respire y se oxigene. Cuando esto ocurre, el rostro comienza a perder su luminosidad Al eliminar todas estas impurezas, la piel de la cara comienza a reflejar mejor la luz, y se ve más luminosa y radiante.
Consejos profesionales para la limpieza facial en casa
Selección de productos adecuados
Lo principal es la elección de productos adecuados para el tipo de piel. Lo que vas a necesitar son limpiadores, exfoliantes, astringentes, cremas hidratantes. Como fabricantes de cosméticos a terceros, consideramos esencial el uso de productos de excelente calidad y dermatológicamente probados.
Técnicas de aplicación
En casa puedes seguir estas recomendaciones para una limpieza facial efectiva:
- Limpiar la piel con jabón o gel limpiador.
- Utilizar un exfoliante facial para retirar las impurezas. Puedes recurrir al azúcar como exfoliante casero.
- Abrir tus poros. Pon una olla con agua hasta que hierva y luego apágala, coloca tu rostro a unos 30 centímetros para que el vapor haga el efecto.
- Entonces, puedes utilizar productos especializados para la extracción de los puntos negros, serán más efectivos tras la apertura de tus poros.
- Aplicar loción astringente, con las manos o un algodón, con movimientos suaves.
- Por último, colocar un hidratante en la piel, puede ser con alguna loción o una mascarilla. El aloe vera natural, puede ser una excelente alternativa.
Frecuencia recomendada de limpieza
Una limpieza facial profunda, ya sea en casa o con un profesional, debe realizarse entre cada cuatro o seis semanas, pero esto va a depender de cada tipo de piel
Conclusión
Una buena limpieza facial profunda realizada por profesionales le dará a tu rostro un aspecto rejuvenecido, radiante, fresco y saludable que no sólo se verá en el exterior, sino que también podrás sentirlo. Al eliminar las impurezas y células muertas, tu piel podrá respirar mejor y tendrá mayor capacidad para absorber los nutrientes de los productos de belleza que utilizas a diario.
Pero también puedes hacerlo tú misma en casa, utilizando los productos de cosmética natural correctos, de modo que los resultados en la piel de tu rostro sean los esperados.